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jueves, 12 de enero de 2012

ACONCAGUA Y PERSONAS QUE NUNCA OLVIDAS



Vías de ascensión
En términos montañistas el Aconcagua es técnicamente sencillo desde la cara norte, a través de la «vía normal» del noroeste, en la que no es necesario el uso de técnicas de escalada. Los efectos de la altitud son muy severos (la presión atmosférica es el 40% de la existente a nivel del mar) provocando generalmente apunamiento en los escaladores, y las condiciones climatológicas pueden cambiar brúscamente desde un clima tranquilo y diáfano a en pocos minutos un clima tempestuoso o producirse el viento blanco del Aconcagua). No se requiere el uso de oxígeno artificial.
En la «vía normal» se asciende a través de campamentos de altura con sus correspondientes días de descanso. Los hitos más significativos de la vía son: Campo Base (Plaza de Mulas) (4300 msnm), El Semáforo (4350 msnm), Piedras Conway, Plaza Canadá, Piedra de 5000, Cambio de Pendiente, Nido de Cóndores (5250 msnm), Berlín, Piedras Blancas, Piedras Negras, Independencia, Portezuelo de los Vientos, Gran Travesía, La Canaleta y Cumbre del Aconcagua (siguiendo el orden creciente de dificultad).
La segunda vía, mucho más peligrosa que la anterior, es la del glaciar de los Polacos. Ésta se aproxima a la montaña a través del valle de las Vacas, asciende hasta la base del glaciar de los Polacos y cruza la vía normal hasta la subida final a la cumbre.
Las vías desde las crestas situadas al sur y suroeste son las más duras, considerándose la Pared Sur como la más difícil. Se trata de una escalada muy comprometida y de alta dificultad en una de las mayores paredes del mundo (3000 m de pared aprox.) La primera ascensión de la Pared Sur fue realizada el 25 de febrero de 1954 por los franceses Pierre Lesueuer, Adrien Dagory, Edmond Denis, Robert Paragot, Lucien Berardini y Guy Poulet. El jefe de la expedición era René Ferlet.









En 1992, Francisco Moreno Padilla, vascular del hospital clínico de Granada, desapareció en el Aconcagua, buen cirujano, mejor persona, han pasado 20 años de su desaparición y aún siento que cualquier día puede volver a aparecer, no lo encontraron jamás, ¿por qué no puede estar vivo? en mi mente ahí sigue y seguramente, el no me recuerde, pero yo no lo olvido.



Se que su mujer lo pasó fatal y pienso en ella, ahora entiendo su sufrimiento mejor que cuando ocurrió la desaparición, quizás por la enfermedad de Manu, todo esto es una cadena que me trae recuerdos y pensamientos de gente buena.

2 comentarios:

  1. Es muy difícil afrontar la desaparición de una persona querida, siempre nos queda la duda de si algún día pudiera aparecer, aunque dependiendo del tipo de desaparición hay casos en los que esa aparición es muy improbable.
    Un besito y mucho ánimo Doria

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  2. Nuria, mentiría si dijera que era una persona querida por mi, era un conocido muy buena persona, me impactó mucho su desaparición repentina y nunca he podido olvidarlo, y por casualidad vi una foto del Aconcagua y me salió esta entrada.
    Cosas que pasan. Besos guapa!!

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